De la arquitectura e interiorismo de esta vivienda parisina, me ha llamado siempre la atención la modernidad con la que fue concebida y sobre todo la fecha, no de su construcción, sino de su rehabilitación. Entre los años 1927 y 1932.
Los nuevos dueños del inmueble, una pareja muy avanzada para la época, lograron desalojar a todos los inquilinos menos a la vecina del tercero, por lo que los arquitectos, tuvieron que proyectar una estructura de acero que permitiera sustentar la tercera planta, que no se modificó, y que se apoyaba totalmente sobre la primera y la segunda, que fueron reconstruidas totalmente, con un diseño modernista que permitía una gran fluidez en los espacios interiores, divididos en tres partes fundamentales, la pública en el que se recibía a los pacientes, la semi-privada, con un gran salón de doble altura sobre el que se volcaba la tercera zona, la privada, en forma de galería abierta.
Se utilizaron particiones móviles correderas, la gran barandilla del salón fue diseñada para hacer función de librería. En los muros, se utilizaron bloques de vidrio, pavés, para dotar de iluminación natural al interior, que por su configuración original era bastante oscuro. Todas las instalaciones de la vivienda se hicieron mediante tubos verticales y exentos. El resultado, abajo os lo muestro. Podía ser perfectamente una vivienda proyectada recientemente, y no hace casi 100 años.
Estudié esta vivienda en la Escuela y me impresiona cómo la reforma a pesar de la vecina del tercero 😉
He leído tu reportaje en el mundo de la vivienda en General Pardiñas y me ha encantado. ¡Enhorabuena, Alicia! 🙂
Enhorabuena por tu trabajo. Me parece genial tu aportación. Por cierto en San Sebastián tengo un apartamento a decorar. Se admiten propuestas. Un beso