Las buhardillas son una zona de la casa con un ambiente especial, soñador, que en muchas ocasiones se tiene abandonada. Sin embargo, con un poco de esfuerzo podemos transformar una buhardilla en una zona funcional y con mucho encanto.
Hay muchas posibilidades a la hora de reformar una buhardilla: puede transformarse en un cuarto de baño, en una habitación, en un despacho, una salita, un cuarto de juegos o en una biblioteca. Cualquier uso que se le dé a una buhardilla hará que la casa esté más viva, aprovechando cada rincón de la misma.
Distribución del espacio
Un inconveniente de las buhardillas es que, en muchas ocasiones, el espacio es muy reducido, lo que no nos deja mucho margen para reorganizar su estructura. Si la buhardilla está dividida con tabiques o columnas que se puedan quitar, una buena opción es eliminarlos para dejar un espacio amplio y diáfano.
Iluminación
A la hora de decorar una buhardilla habrá que prestar especial atención a la iluminación. Lo mejor es pintar el techo de color blanco y utilizar tonos claros y neutros para las paredes, de forma que se vea un espacio iluminado, limpio y amplio. Revestir las paredes con madera clara logrará un ambiente más acogedor tanto en verano como en invierno.
También habrá que colocar alguna lámpara en el centro de la habitación que ilumine toda la estancia, con luces blancas que puedan regularse según el momento deseado.
Ventilación
Una ventaja de las buhardillas es que, normalmente, suelen tener varias ventanas pequeñas que facilitan la ventilación de la misma. En caso de que no tenga ventanas, se podría hacer alguna con una pequeña reforma.
Muebles
Los muebles es preferible que sean bajos y con ruedas, para poderlos desplazar según su uso, de modo que se pueda aprovechar la pared del techo inclinado. En el caso de querer convertir la buhardilla en un cuarto de baño, se han de tener en cuenta las tomas de agua y el lugar en el que se van a colocar el inodoro y la ducha o bañera.