Hoy quiero hablarte de una mujer que he admirado desde siempre. Una figura decisiva en el diseño y la decoración contemporánea. Es Andrée Putman, una referencia del interiorismo, que para millones de personas, incluyéndome, es sinónimo de buen gusto y estilo.
Un detalle particular de esta gran mujer es que su brillante carrera comenzó con más de 50 años, a finales de la década de los 70, algo que no impidió que se forjara una trayectoria extensa que pasó, además, por varias disciplinas.
Putman ganó fama mundial con una diversidad de proyectos donde colocó su sello personal sin importar si se trataba de tiendas, museos, hoteles u oficinas. Todo lo logró sin pisar los terrenos de la ostentación o el exceso. Lo consiguió destacando la naturalidad y la elegancia, así como, la mezcla de materiales y un uso excepcional de la luz.
Te invito a conocer mucho más acerca de esta ecléctica y pionera diseñadora.
Primero fue la música
Curiosamente, lo primero en la vida de Andrée Putman no fue el interiorismo sino la música. Y es que su madre, Louise Santa-René Taillandier, una hábil pianista, la llevaba a muchos conciertos y la exhortó a aprender el instrumento. Pero más adelante no insistió más, debido a que las manos de la pequeña “no eran las adecuadas” para ser una virtuosa de esta carrera musical.
Fue entonces cuando Andrée comenzó a estudiar composición en el National Conservatory de París y allí parecía perfilarse como una talentosa autora cuando ganó el Primer Premio de Armonía con tan solo 19 años. Pero su destino era otro.
El instinto y curiosidad creativa de aquella jovencita irían hacia otra dirección.
Deseo de independencia
Un accidente en bicicleta casi le cuesta la vida a los 20 años, pero sirvió para que decidiera expresar su deseo de independencia abandonando la música, aunque esto significara confrontar a su familia. Después del accidente, se hizo asidua al «Café de Flore», donde conoció a Simone de Beauvoir, en otros. Y al poco después ya estaba trabajando para revistas de arte en las cuales llamó la atención por los bodegones que elaboraba. Fue también una oportunidad para conocer muchos artistas.
Finalizaba la década de los años 50 cuando Andrée, cuyo apellido familiar era Aynard, se casó con el coleccionista, crítico de arte y editor, Jacques Putman. A partir de ese momento, comenzó una asociación más que interesante con artistas como Alberto Giacometti o Pierre Alechinsky, entre otros. Era igualmente el comienzo de un camino decisivo.
Intuición y descubrimiento
La colaboración con la cadena de tiendas Prisunic significó un gran momento para Andrée en 1958, cuando en su cargo como Directora de Arte del Departamento de Interior comenzó a hacer realidad su deseo de colocar al arte al alcance de un público más amplio. Fue la época en que instauró atrayentes ediciones de litografías de artistas famosos que se vendían a precios económicos.
Poco más de una década después, fue contratada para fundar Créateurs & Industriels, compañía cuyo objetivo principal era impulsar la industria textil. Se trató de una oportunidad que aprovechó para desarrollar su intuición y descubrir una gran cantidad de diseñadores como Ossie Clark, Jean-Charles de Castelbajac y muchos más.
Eran los años setenta, y Andrée Putman hizo su entrada formal en el mundo del diseño de interiores, aunque la empresa donde trabajaba quebró en 1978 y también tuvo que enfrentar su divorcio. Pero aquella sensación de vacío era al mismo tiempo el comienzo de su ilustre carrera.
En 1978 tenía 53 años y fue cuando decidió fundar Ecart, un hecho que a través de los años le dio fama mundial. Todo comenzó con el rescate de diseñadores olvidados de los años 30 como Pierre Chareau, Jean-Michel Frank, Robert Mallet-Stevens, Eileen Gray y Gaudi, entre otros.
Así nació el interés en miles de personas y se gestó una evolución natural que pasó del lanzamiento de muebles al diseño de interiores donde se resaltaban los elementos básicos, sin suntuosidades, concentrados en lo esencial.
Hotel Morgans
Si hay un punto fundamental en la carrera de Andrée Putman, ese es, definitivamente, el año 1984, con el diseño interior del Hotel Morgans de Nueva York, al que logró llevar a su más alto nivel con un bajo presupuesto.
En el Morgan’s hotel se realizaron renovaciones completas de una estructura que databa del año 1927, y donde se evidenciaron múltiples características de diseño en cada uno de los espacios. Desde el enorme vestíbulo hasta los balcones, pasando por paredes de vidrio texturizado color topo o una alfombra de lana en estilo cubista tridimensional, todo era el reflejo de la audacia de Andrée.
Además, debo mencionar los tres tonos variados de granito italiano presentes en los pisos, los antiguos sillones franceses de cuero y el diseño exclusivo de mesas auxiliares de madera oscura que fueron acompañadas por lámparas esféricas en latón niquelado, elementos creados en 1925 por Félix Aublet.
A partir de ese momento, llegaron otros proyectos de interiorismo de gran trascendencia en hoteles como el Sheraton del aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle en París, el hotel Le Lac en Japón o el Im Wasserturm en Alemania. Sin olvidarnos del balneario azul en el Hotel Bayerischer Hof en Munich.
Igualmente, desarrolló proyectos destacados para las tiendas Balenciaga, la oficina de Jack Lang, quien era Ministro de Cultura en Francia y para el Museo de Arte Contemporáneo de Burdeos.
Andrée Putman Studio
Era 1997 cuando Andrée Putman creó un estudio bajo su mismo nombre, de donde se generaron increíbles trabajos tanto en diseño de interiores como en diseño de productos y escenografía. Todos fueron proyectos llenos de humor y complicidad, como la colección Vértigo con cubiertos de plata, objetos y joyas, como un anillo asimétrico.
Para el año 2005, fue escogida por Guerlain para rediseñar su tienda emblemática en los Campos Elíseos, y más adelante vinieron resaltantes encargos privados. Y también trabajó con Veuve Clicquot, para el diseño de un enfriador de champán.
Tres años después, Olivia Putman, hija de Andrée, se encargó de la Dirección de Arte del Studio para perpetuar la curiosidad y eclecticismo de su madre, quien siguió trabajando incansablemente en proyectos como el Comité de Diseño de París, tiendas de moda en Nueva York, París y Tokio, gafas de sol e incluso la escenografía de conciertos.
2008 fue el año en el que diseñó un piano de cola llamado Voie Lactée (Vía Láctea), para el fabricante de pianos más antiguo de Francia.
En 2010, el Ayuntamiento de París la homenajeó ofreciendo una gran exposición sobre su vida. El evento llamado «Andrée Putman, embajadora de estilo», atrajo a más de 250.000 visitantes.
El 19 de enero de 2013, la gran creadora y diseñadora de interiores Andrée Putman falleció en París a la edad de 87 años. Todo lo que te he contado a grandes rasgos es por lo que admiro tanto a esta dama precursora en la redefinición de espacios que dejó un legado esencial.